El modelo de formación para el empleo ha de ser complementario y diferenciado a la oferta formativa genérica que se realiza en un territorio a través de las entidades colaboradoras.
Este modelo ha de dar cumplimiento a lo comprometido con la ciudadanía en el contexto de la hoja de ruta marcada por
- La acción pública de responsabilidad social de las Administraciones con la mejora de la empleabilidad e incremento de la inserción laboral de las personas trabajadoras.
- Con la Carta de Servicios para el Empleo en el área de la formación para el empleo.
- Con un Plan de Desarrollo Sostenible.Esta sería la única razón y clave utilidad, así como de fidelización centrada fundamentalmente en tres aspectos:
Reforzar la mejora de la empleabilidad de determinados colectivos que tienen más dificultades para acceder al mercado de trabajo, ya sea por cuenta ajena o a través del autoempleo.
Atender los requerimientos de determinados sectores o de determinados territorios que coyunturalmente sufren con mayor intensidad los efectos de las crisis o son más vulnerables a los procesos de cambios en los modelos productivos.
Ejecutar programas de formación de entidades públicas o privadas, empresas o grupo de empresas fidelizadas con la metodología y resultados de la formación y reciclaje profesional que se demandan para determinados colectivos de profesionales. Para ello se utiliza como instrumentos los Protocolos o Convenios de Colaboración.
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