lunes, 26 de septiembre de 2011

Comunicación y persuasión de masas.

Vivimos en una sociedad donde todo fenómeno de comunicación tiende a ser persuasivo. Al cabo del día sufrimos un constante bombardeo de información.

La información es explicar, contar, instruir y compartir ideas.

La persuasión es la obtención y/o cambios de respuestas cuya finalidad es la dependencia interactiva entre dos seres, medios o entidades.

La propaganda está basada en el control del flujo de la información, dirigir la opinión pública así como manipular los modelos de comportamiento.

Simplificando mucho la interrelación de estos tres puntos, podríamos equiparar propaganda y persuasión, pero nos engañaríamos si no fuésemos conscientes de que el fenómeno de la propaganda es mucho más complejo.

La propaganda tiene implícito un proceso de persuasión porque busca crear, reforzar o modificar una respuesta, al mismo tiempo que también requiere del proceso de información, sobre todo en lo que se refiere al flujo de la misma.

Bajo el epígrafe "Comunicación Política" cabe una infinidad de perspectiva y puntos de vistas: desde la información general en los medios hasta la propaganda electoral en todas sus formas hasta la comunicación institucional, cuando es parte del ámbito de lo público.

Propaganda, publicidad, relaciones públicas, marketing político y comunicación política no tendrían significado ni razón de ser si no persiguiesen la persuasión de masas

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