En la relación del asesor con el político, el asesor propone y el político dispone. Un verdadero análisis de campo tiene que respondernos a:
- ¿Quiénes somos?
- ¿Dónde estamos?
- ¿Dónde queremos llegar?
Estas preguntas han de ser contestadas sin ambigüedad.
Este análisis ha de de ser objetivos para no caer en el error de engañarnos a nosotros mismos. Un análisis de las últimas elecciones sirve para hacer la primera reflexión de cara a los siguientes comicios. Teniendo presente esta premisa hay que ir analizando más las tendencias, que las propias encuestas puntuales.