lunes, 5 de septiembre de 2011

Empleo, territorio y formación

La irregular distribución de los recursos naturales como son las buenas tierras agrícolas, los bosques, el agua o los recursos mineros, provocan diferencias importantes en la riqueza de los territorios. Por ello, considerando sólo la diversidad natural de Andalucía, podemos comprender porque la riqueza de nuestra región varía de unas zonas u otras.

Pero estas diferencias no son únicamente de origen natural, sino que aumentan con la propia actividad económica que se ha ido concentrando cada vez con más intensidad sobre algunos territorios, aquellos mejor comunicados y que disponen de mayores recursos naturales. De este modo, la irregular distribución de las nuevas actividades económicas y el declive de muchas actividades tradicionales han incrementado las diferencias entre unas y otras regiones de Andalucía.
En nuestra comunidad podemos destacar los tres sectores de actividad que a su vez se dividen en subsectores:

A.- EL SECTOR PRIMARIO:
      a) La agricultura.
      b) La ganadería.
      c) La pesca.
      d) La minería.
      e) El forestal.

B.- EL SECTOR SECUNDARIO O INDUSTRIAL.

C.- EL SECTOR TERCIARIO O DE SERVICIO:
      a) El turismo.
      b) El comercio.
      c) El transporte.
 
 
Se hace imprescindible una coordinación entre entidades públicas y privadas para concertar y gestionar actuaciones que promuevan la formación y el empleo en el conjunto del territorio de la Comunidad Autónoma Andaluza.

En este escenario podemos decir que los actores están formados por:



- Entidades regionales
- Entidades locales
- Entidades comarcales
- Entidades provinciales
- Cámara de comercio
- Entidades privadas.
- Agentes económicos y sociales
- Entidades del tercer sector

Por este motivo las entidades regionales han de contribuir al mensaje que se manda a la ciudadanía sobre el origen y solución a la actual situación laboral que estamos viviendo, por culpa de un sistema productivo obsioleto y basado, principalmente, en la construcción.

Por todo lo anteriormente expuesto todas las actuaciones han de ir encaminadas a:

1. Contribuir al cambio de modelo productivo en Andalucía, favoreciendo su productividad y competitividad exterior y garantizando la sostenibilidad.

2. Situar la formación como la base para el cambio de modelo productivo, y la generación de empleo de calidad.

Para conseguir que Andalucía tenga un modelo de crecimiento equilibrado, es preciso avanzar en competitividad y para ello en la empleabilidad y cualificación de nuestra mano de obra. Y esta mejora ha de llevar consigo la asimilación, por parte del trabajador, de nuevos parámetros a la hora de producir, especialmente la calidad, el conocimiento, la innovación, la mejora en los niveles de prestación de los servicios, la sostenibilidad o la responsabilidad social, características que deben estar ligadas a la estabilidad y calidad del empleo.

La formación constituyen la piedra angular sobre la que se sustenta la igualdad de oportunidades de las personas en Andalucía, y el elemento clave sobre el que basar el cambio del modelo productivo así como el modelo de la oferta formativa, hasta convertirlo en un sistema de calidad, inclusivo e integrado.

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