lunes, 12 de septiembre de 2011

Planificación y desarrollo de un modelo de formación

Cuatro han de ser los puntos que un buen modelo formativo han de tener presentes a la hora de ser planificado y desarrollado.

1. Adecuando la oferta formativa propia a las necesidades detectadas para los colectivos con más dificultades de acceso al mercado laboral;

2. Adecuando también la programación al escenario socio-económico y productivo, tanto presente como futuro, de nuestros territorios, mediante el flujo de abajo hacia arriba, integrando y uniendo en un modelo único las necesidades locales de formación para el empleo, su ejecución, su evaluación permanente y su impacto a nivel local y regional;

3. Respondiendo a los requerimientos de demanda de las empresas, PYMES y personas autónomas, que son mayoritarias en Andalucía, y/o bien de los sectores productivos existentes y/o emergentes.

4. Y complementamos estos principios con dos enfoques clave para el modelo: por una parte, priorizando las acciones formativas con certificado de profesionalidad, así como la vuelta a la formación reglada de las personas jóvenes que abandonaron sus estudios con el boom de la construcción. Y por otra, actualizando las programaciones formativas con la aplicación de las nuevas tecnologías.

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