Ante resultados electorales que no dejan lugar a dudas, como la derrota que sufrió el Partido Socialista en las elecciones municipales y autonómicas del pasado mayo, la asunción de toda la culpa por parte Zapatero lo puede dignificar pero no por ello nos debería cerrar a que se realizara un verdadero análisis de los resultados.
No hay declaración de a dirigentes populares que no culpen a Rubalcaba de todo lo que pasa en España e incluso de lo que sucede fuera de nuestras fronteras. Lo mismo, pero a la inversa, sucedió cuando Aznar nombró a Rajoy como sucesor del PP a las elecciones del 2004, en aquella ocasión faltó decir que era Mariano el fotógrafo de la famosa foto de las Azores.
Pero este comportamiento sigue el patrón de la Regla del Enemigo Único de la propaganda electoral. Según esta regla la propaganda debe concentrase en un solo objetivo; hay que localizar un enemigo-persona, grupo, país sobre el que concentrar todos los argumentos.
Siguiendo este patrón, la exaltación debe concentrase en una persona o en un grupo. En este sentido el uso del líder, héroe y, sobre todo, el mártir es una vieja técnica propagandística.
Un pilar básico de esta regla consiste en la demonización del enemigo o adversario. El "buff" consiste en atribuir al enemigo errores, violencias y otras características negativas. En resumidas cuentas es el método de imputar al adversario todos nuestros posibles errores y fracasos (Ej. Cuba y la CIA)
No hay comentarios:
Publicar un comentario