Casi con toda seguridad, para el profano, propaganda política sea sinónimo de propaganda electoral. La propaganda electoral es un ejemplo clásico de propaganda de agitación. Cuando un estado democrático se encuentra en periodo electoral no hay tiempo para crear adeptos ni militantes (para eso hay por delante toda una legislatura), en periodo electoral es la hora de la obtención de voto.
El fenómeno de la propaganda es mucho más amplio y complejo, así como mucho mas interesante para el estudioso que la propaganda electoral. Desde el punto de vista de un investigador se estaría hablando de un epifenómeno de la propaganda.